El instinto


El instinto, de Ashley Audrain, es una de mis primeras lecturas de este año. Y la verdad es que no he podido comenzar el 2024 mejor, ya que es una novela que me ha tenido totalmente pegada a sus páginas y que me ha gustado mucho.






EL INSTINTO





Blythe ya no sabe qué es verdad y qué es mentira: ¿está viviendo la vida feliz que siempre deseó, con un marido perfecto y una hija angelical? ¿O está repitiendo la sórdida historia de su madre y su abuela, marcada por el desapego y el maltrato? ¿Es Fox, su marido, el compañero y padre ideal, o tiene una vida paralela que cada día lo aleja más de su casa? Su hija Violet ¿es una niña brillante y complicada, que solo quiere que su madre le preste más atención, o es malvada de nacimiento? 
Depende del momento y de cómo se mire, todo y nada puede parecer verdad o parecer una trampa.




El instinto es un libro que tenía apuntado desde que lo desubrí en redes sociales hace dos o tres años. Pero lo había ido posponiendo y ya casi me había olvidado de él, hasta que lo vi en una de mis últimas visitas a la biblioteca.


En este libro nos encontramos con capítulos cortos narrados por Blythe, la protagonista, en los que se dirige a su marido para contarle su versión de la historia. Para hablarle de cómo vivió ella su relación desde que se conocieron hasta la actualidad, pasando por la formación de su familia, su papel como madre y todo lo que vivieron juntos a lo largo de los años. 
Estos capítulos se alternan con otros en los que se relata la historia de la abuela y la madre de Blythe, lo mal que ambas gestionaron la maternidad y su incapacidad y desgana para ejercer de madres.

Y es que ni la abuela ni la madre de Blythe supieron adaptarse a la maternidad, y fueron unas madres ausentes y nada cariñosas. La abuela maltrató a su hija, por la que no parecía sentir ningún afecto, y ésta, a su vez, fue una madre fría y distante con Blythe, a la que acabó abandonando. Algo que, como si fuera un defecto que se transmite inevitablemente de madres a hijas, ha afectado profundamente a la protagonista que, sin quererlo, parece estar repitiendo ese patrón. Ya que le cuesta bastante adaptarse a su nueva faceta de madre y no consigue conectar emocionalmente con su hija, una niña que no le pone las cosas nada fáciles, lo que hace que la relación entre ambas sea bastante tensa.


Esta fría y complicada relación maternofilial entre Blythe y su hija Violet me ha recordado mucho a la relación madre-hijo que aparece en la novela Tenemos que hablar de Kevin, de Lionel Shriver. Y es que he encontrado muchas similitudes entre ambas historias, como que la narradora sea una mujer que se dirige a su marido, la complicada relación maternofilial en la que parece haber un rechazo mutuo entre madre e hijo/a desde el primer momento, un primogénito/a que no le pone las cosas nada fáciles a su madre y que tiene comportamientos que ponen los pelos de punta, un padre que le resta importancia a los actos de su retoño o directamente hace oídos sordos a lo que le cuenta su mujer. Demasiadas cosas en común con la novela de Shriver, que le restan originalidad a El instinto.

Aún así, este libro me ha sorprendido para bien, me atrapó de principio a fin y me gustó mucho más de lo que esperaba. Ya que es un libro con una historia inquietante y triste, que se lee muy rápido y en la que resulta fácil sentir la tristeza, la impotencia, el miedo, la rabia y las dudas de la protagonista. 
Una recomendable lectura que he disfrutado bastante y que me ha dejado con ganas de repetir con Ashley Audrain.




7'8/10



2 Comentarios

  1. ¡Hola! Yo tengo este libro pendiente también desde hace tiempo, pero lo voy dejando pasar... Y ahora al leer tu reseña has conseguido avivar mis ganas de él, a ver si pronto me pongo con ello. Genial reseña, besos :)

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  2. Hola!
    ¡Me alegra mucho que te haya gustado! Le había echado el ojo, pero decidí pasar porque no estaba segura de si lo disfrutaría. Gracias a tu excelente reseña me está haciendo reconsiderar. Voy anotando y gracias por la recomendación!
    Saludo

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