La segunda entrega de la Serie Bergman, Crímenes duplicados, me gustó tanto que después de leerla quise esperar un poco antes de continuar con la serie, para disfrutar del buen sabor de boca que me había dejado.
Pero después de mes y medio ya estaba deseando saber cómo continuaban las vidas de Sebastian y todos los miembros del equipo de homicidios, y a que nuevo caso se enfrentarían. Así que, hace un par de semanas empecé a leer la tercera entrega de la serie: Muertos prescindibles.
Muertos precindibles
AUTORES: Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt
EDITORIAL: Planeta
AÑO: 2017
GÉNERO: Novela negra, Intriga, Novela policíaca
NÚMERO DE PÁGINAS: 590
ARGUMENTO:
En las montañas de Jämtland dos mujeres hacen un descubrimiento macabro: seis cadáveres sepultados en una misma fosa, muertos de un disparo en la cabeza. No hay testigos, no hay pistas, y la identidad de las víctimas es un enigma.
El equipo de Torkel Hölgrund acude al lugar de los hechos para hacerse cargo de la investigación. Sin embargo, el caso resulta ser un rompecabezas mucho más complejo de lo que habían imaginado. Seis muertos apuntan a un asesino múltiple y nadie en Suecia sabe más al respecto que Sebastian Bergman. No obstante, cuando Bergman ahonda en las pistas y consigue tirar del hilo, el Servicio Secreto aparece para archivar el caso.
Alguien en las altas esferas quiere tapar estas muertes a cualquier precio... Pero ¿conseguirá parar a Sebastian?
OPINIÓN:
Muertes duplicadas, la segunda entrega de la serie Bergman, me gustó mucho y dejó el listón muy alto para las siguientes novelas de la serie. Lo que, sumado a que Muertos prescindibles tiene una trama policial que me ha parecido mucho menos interesante que las de los libros anteriores, hace que esta novela no haya acabado de convencerme y sea, con diferencia, la que menos me ha gustado de las tres novelas de la serie que he leído hasta el momento.
Muertos prescindibles es una novela de lectura fácil y fluida, con capítulos cortos y un ritmo constante. Lo que hace que, a pesar de sus casi 600 páginas, se lea bastante rápido.
Lo malo es que la trama avanza muy lentamente.
Quizá porque hay muchas tramas paralelas, algunas de las cuales parece que no avanzan nada.O quizá porque esta vez la historia se centra mucho más en los protagonistas, en sus historias personales y en cómo va evolucionando la relación que tienen entre ellos. Lo que deja en un muy segundo plano la trama policial, que me ha parecido menos interesante y me ha intrigado mucho menos que las anteriores. A lo mejor porque es una investigación que avanza muy lentamente y en la que apenas hay pistas, lo que hace que el lector/a no pueda casi ni especular sobre qué ha podido pasar o quién puede ser el culpable de los crímenes.
Quizá porque hay muchas tramas paralelas, algunas de las cuales parece que no avanzan nada.O quizá porque esta vez la historia se centra mucho más en los protagonistas, en sus historias personales y en cómo va evolucionando la relación que tienen entre ellos. Lo que deja en un muy segundo plano la trama policial, que me ha parecido menos interesante y me ha intrigado mucho menos que las anteriores. A lo mejor porque es una investigación que avanza muy lentamente y en la que apenas hay pistas, lo que hace que el lector/a no pueda casi ni especular sobre qué ha podido pasar o quién puede ser el culpable de los crímenes.
Lo bueno es que los protagonistas y sus historias, que es uno de los puntos fuertes de esta serie de novelas, me siguen gustando y mucho.
Sebastian, que sigue siendo un tipo egoísta con comportamientos totalmente reprochables pero por el que se siente cierta simpatía, cede algo de protagonismo. Y esta vez prácticamente todos los miembros del equipo de homicidios serán igual de importantes y protagonistas en las tramas personales. Algo que me ha gustado, ya que nos permite conocer mejor a algunos de los personajes, seguir su evolución y ver las relaciones que se van formando entre ellos.
Además, al igual que en los libros anteriores, el final de la novela te dejará con ganas de leer ya el siguiente para saber qué pasará.
Muertos prescindibles es, en resumen, una novela entretenida, que a pesar de sus casi 600 páginas se lee con facilidad y rapidez. Y que se centra más en las historias personales de sus interesantes protagonistas que en la trama policial, que esta vez es más lenta y menos interesante que en las dos primeras novelas de la serie.
Sebastian, que sigue siendo un tipo egoísta con comportamientos totalmente reprochables pero por el que se siente cierta simpatía, cede algo de protagonismo. Y esta vez prácticamente todos los miembros del equipo de homicidios serán igual de importantes y protagonistas en las tramas personales. Algo que me ha gustado, ya que nos permite conocer mejor a algunos de los personajes, seguir su evolución y ver las relaciones que se van formando entre ellos.
Además, al igual que en los libros anteriores, el final de la novela te dejará con ganas de leer ya el siguiente para saber qué pasará.
Muertos prescindibles es, en resumen, una novela entretenida, que a pesar de sus casi 600 páginas se lee con facilidad y rapidez. Y que se centra más en las historias personales de sus interesantes protagonistas que en la trama policial, que esta vez es más lenta y menos interesante que en las dos primeras novelas de la serie.
PUNTUACIÓN:
6'5/10
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