Hoy me paso por el blog para contarte que me ha parecido No soy un monstruo, el debut literario de Carme Chaparro. Quien por cierto, acaba de publicar su nueva novela La química del odio.
Este libro fue uno de mis regalos de cumpleaños hace ya unos meses, pero aún no había tenido ocasión de dejarte mi opinión sobre él aquí en el blog. Y como No soy un monstruo me sorprendió bastante no quiero dejar pasar la oportunidad de hablarte de él.
No soy un monstruo
AUTORA: Carme Chaparro
EDITORIAL: Espasa
AÑO: 2017
GÉNERO: Novela policíaca, Thriller
GÉNERO: Novela policíaca, Thriller
NÚMERO DE PÁGINAS: 331
ARGUMENTO:
Si hay algo peor que una pesadilla es que esa pesadilla se repita. Y entre nuestros peores sueños, los de todos, pocos producen más angustia que un niño desaparezca sin dejar rastro.
Eso es precisamente lo que ocurre al principio de esta novela: en un centro comercial, en medio del bullicio de una tarde de compras, un depredador acecha, eligiendo la presa que está a punto de arrebatar. Esas pocas líneas, esos minutos de espera, serán los últimos instantes de paz para los protagonistas de esta historia a la que los calificativos comunes "trepidante", "imposible de soltar", "sorprendente", le quedan cortos, muy cortos.
OPINIÓN:
Tenía muchas ganas de leer esta novela porque había leído muchas opiniones positivas sobre ella. Y la verdad es que, aunque tiene algunos momentos que se me hicieron demasiado lentos, la novela en conjunto me gustó y su final me sorprendió muchísimo.
Al principio de la historia hay momentos en los que parece que la autora se va un poco por las ramas, cuando se desvía del tema principal y nos cuenta, quizá con demasiado detalle, el pasado de algunos personajes e incluso de sus antepasados.
Me gustó poder conocer bien a Ana (la protagonista del libro y encargada de llevar a cabo la investigación de las desapariciones) y su pasado. Y es verdad que algunas de las cosas que la autora cuenta sobre ella son interesantes e importantes, ya que afectaron a su personalidad y a su comportamiento. Pero en ocasiones me pareció que se excedía en detalles sin importancia, o que se remontaba demasiado al pasado para contarnos cosas que poco (o nada) tienen que ver con la historia principal y con los protagonistas.
Estas interrupciones de la historia, como ya he dicho, a veces dan la sensación de que el narrador se desvía demasiado de la historia y hacen que esta avance lentamente y pierda algo de interés.
Pero en la segunda mitad del libro, cuando la historia se centra más en la trama de las desapariciones de los niños y su investigación, el ritmo aumenta, la historia se vuelve cada vez más interesante y absorbente, y resulta difícil parar de leer. La parte final del libro engancha totalmente.
Y es que el final te pilla completamente por sorpresa y te deja boquiabiert@ con un giro inesperado.
Por lo menos fue lo que me pasó a mí, que no me esperaba para nada ese final.
Lo que más me gustó de este libro fue la trama de las desapariciones de los niños, el ritmo absorbente de la parte final del libro, la crítica social que en cierto modo hace sobre como tratan los medios de comunicación (y sobre como consumimos los espectadores) ciertas noticias dramáticas y los giros inesperados de la parte final de la historia, especialmente ese final que te pilla por sorpresa.
Y lo que menos me gustó fue que en ocasiones la historia se iba un poco por las ramas y perdía ritmo e interés, que a veces se hace algo repetitiva, que en algunos momentos he tenido que releer algunas partes porque no estaba segura de si lo que estaba leyendo era parte de la narración o de un diálogo y que el final me dejó con ganas de saber más, de conocer ciertos detalles como el momento de la detención o la reacción de algunos personajes al descubrir quién era el culpable.
En resumen: No soy un monstruo es una historia que engancha, sobre todo en la segunda parte de la historia. Una novela con momentos algo duros, con algunas cosas mejorables, con giros inesperados y con un final que te sorprenderá.
PUNTUACIÓN:
7/10
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