Corazones negros es la tercera novela de la serie Chassereau y Macua, de Noelia Lorenzo Pino. Una serie policíaca cuyo primer libro no me convenció demasiado, pero que luego ha ido mejorando mucho.
CORAZONES NEGROS
Anna Karlatos es una mujer joven, valiente y guapa que lo único que ansía es recuperar la vida que le han robado. El calvario en el que se ha convertido su existencia solo le deja dos alternativas: huir o morir.
La agente Eider Chassereau y el suboficial Jon Ander Macua se verán envueltos en el caso más oscuro que han investigado hasta el momento, descubriendo hasta dónde puede llegar la bajeza del ser humano.
La Ertzaintza descubre, en la parte de atrás de un vehículo que acababa de saltarse un control policial, el cadáver de una mujer joven llamada Anna Karlatos. Anna, apodada Bihotza por sus captores, era una joven griega que desapareció sin dejar rastro hace un par de años, cuando fue secuestrada por una red de trata de blancas que la mantuvo aislada y la obligaba a prostituirse.
Un caso que se complica aún más cuando Juncal Baraibar, la jefa de Jon Ander Macua y Eider Chassereau, relaciona a la víctima con unos hechos ocurridos unos años antes, en los que estaba involucrado su difunto compañero. Lo que la lleva a sospechar que alguno de sus superiores podría estar también implicado.
Esto hace que Eider y Jon se enfrenten a una investigación contrarreloj y casi a escondidas, en la que no sabrán en quién pueden confiar y en quién no. Algo que hará que el lector/a también sospeche y desconfíe de unos y de otros.
Corazones negros es, de las tres que he leído hasta ahora, la novela más negra de la serie Chassereau y Macua, y creo que la que más me ha gustado. En ella nos encontramos una historia dura y oscura, que habla de trata de blancas, explotación sexual y corrupción.
Un libro de lectura ágil, con un inicio potente, giros inesperados, un final tenso y trepidante y unos protagonistas muy reales y cercanos. Con los que en este tercer libro he conectado y empatizado mucho, llegando a compartir su pena y a temer por su integridad. Y eso que en el primer libro de la serie no tuve mucho feeling con ellos. Pero poco a poco se han ido ganando mi simpatía.
Aunque Corazones negros es un libro que tal vez se pueda leer más o menos bien de manera independiente, ya que la autora nos recuerda lo imprescindible para que sigamos la trama sin problema, creo que lo más recomendable es leer primero las dos novelas anteriores: La sirena roja y La chica olvidada. Ya que además de conocer mejor a los protagonistas, sus historias y las relaciones que hay entre unos y otros (y como éstas han ido evolucionando), nos servirá para llegar a esta historia sabiendo todos los detalles de esos hechos ocurridos en el pasado y que están directamente relacionados con el caso actual. Y así entederemos mucho mejor todo lo que ocurre en este libro.
Sin duda ha sido un acierto darle una segunda oportunidad a esta serie, que ha ido mejorando (y bastante) novela a novela.
Aunque ahora en verano dejaré un poco de lado a Chassereau y Macua para leer otras cosas, en septiembre retomaré la serie y seguramente leeré los dos últimos libros del tirón.
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