Klara y el Sol es una novela de Kazuo Ishiguro a la que le tenía echado el ojo desde que se publicó, pero que no acababa de decidirme a leer por miedo a que, como me pasó con El gigante enterrado (también de Ishiguro), no fuera lo que esperaba o me resultara aburrida.
Klara y el Sol
Klara es una AA, una Amiga Artificial, especializada en el cuidado de niños. Pasa sus días en una tienda, esperando a que alguien la adquiera y se la lleve a una casa, un hogar. Mientras espera, contempla el exterior desde el escaparate. Observa a los transeúntes, sus actitudes, sus gestos, su modo de caminar, y es testigo de algunos episodios que no acaba de entender, como una extraña pelea entre dos taxistas. Klara es una AA singular, es más observadora y más dada a hacerse preguntas que la mayoría de sus congéneres. Y, como sus compañeros, necesita del Sol para alimentarse, para cargarse de energía...
¿Qué le espera en el mundo exterior cuando salga de la tienda y se vaya a vivir con una familia? ¿Comprende bien los comportamientos, los repentinos cambios de humor, las emociones, los sentimientos de los humanos?
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Hacía tiempo que tenía apuntada esta novela, pero he tardado bastante en decidirme a leerla porque, aunque el argumento me parecía muy interesante y tenía toda la pinta de ser el tipo de historia que me suele gustar, me daba cierto miedo que fuera una decepción.
Y es que Klara y el Sol es el tercer libro de Kazuo Ishiguro que leo. El primero fue Nunca me abandones, que me impactó y me gustó mucho, por lo que dejó el listón muy alto. Quizá por eso, cuando años después leí El gigante enterrado no fue lo que esperaba y, a pesar de que tiene cosas interesantes, no me convenció demasiado.
Así que no sabía que esperar de Klara y el Sol, el libro que decantaría la balanza a favor o en contra de Ishiguro, y me ayudaría a decidir si volver a leerlo o descartarlo definitivamente.
La historia que cuenta esta novela se desarrolla en un lugar y una época indeterminados (parece un futuro cercano, pero en ningún momento se especifica en qué año y en qué lugar estamos), en el que existen unos robots inteligentes llamados Amigos Artificiales (AA). Cuya función principal es hacer compañía y cuidar al niño de la familia que lo compre, ya que los niños estudian desde casa, por lo que no suelen tener amigos con los que relacionarse.
La protagonista de este libro es Klara, una AA con una capacidad de observación y percepción inusual. Klara es empática, muy observadora, inteligente y servicial. Y es capaz de percibir y entender situaciones y comportamientos humanos que a la mayoría de AA se les escapan, lo que la hace única.
Conoceremos a Klara cuando está en la tienda y veremos cómo se va a su nuevo hogar con Josie, la niña que la compra. Cómo la AA interactúa con su nuevo entorno, cómo va descubriendo el mundo que la rodea y cómo se relaciona con Josie y con las personas de su entorno cercano.
Lo que nos permitirá darnos cuenta de lo extraordinaria que es Klara. De la gran capacidad de observación, aprendizaje y adaptación que tiene, de su curiosidad, su inocencia y esa capacidad de creer, tan similar a la de un niño. Ésto, y que la historia está narrada desde su punto de vista, hace que empaticemos con este entrañable personaje mucho más que con los humanos que la rodean.
La narración tiene un ritmo pausado, pero aún así fue una lectura más fácil de lo que esperaba y que logró atraparme. Ya que me intrigaba mucho el tema de las AA y quería saber cómo era esa sociedad en la que me daba la sensación de que había algo raro, algo que se me escapaba. Ya que hay cosas que se van insinuando a lo largo del libro y de las que los personajes hablan de pasada, pero que no se explican abiertamente (como qué provocó la enfermedad de Josie, que diferencia hay entre ella y su vecino o porqué los niños estudian desde casa en lugar de ir a la escuela).
En definitiva, Klara y el Sol es una novela de ciencia ficción diferente, reflexiva y llena de emociones. Que habla de amistad, amor, maternidad, enfermedad, esperanza, muerte, soledad, y que invita a reflexionar sobre la condición humana y los límites éticos. Con una protagonista no humana, pero que demuestra ser más entrañable y empática que la mayoría de seres humanos que la rodean.
Y aunque el final no me convence del todo y me ha parecido algo flojo, en general este libro me ha gustado bastante. Por lo que finalmente ha decantado la balanza a favor de Ishiguro, al que volveré a leer (aunque aún no sé cuando).
7'5/10
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