Descubrí La última migración, de Charlotte McConaghy, casi por casualidad. Vi este libro en una edición de Masa Crítica de Babelio y su argumento me llamó la atención, lo que sumado a que lo describían como una ficción distópica (con lo que me atraen a mí las distopías) hizo que no pudiera dejarlo pasar.
LA ÚLTIMA MIGRACIÓN
Capaz de amar, pero no de comprometerse, Franny Stone intenta superar las pérdidas que la han atormentado desde joven observando el curso de las mareas y el vuelo de los pájaros.
Cuando la naturaleza salvaje que tanto ama amenaza con desaparecer, Franny, cargada con su equipo de rastreo, se traslada a Groenlandia con un propósito sorprendente: localizar a los charranes árticos en lo que podría ser su última migración hacia la Antártida. Para ello, convence a Ennis Malone, el capitán del Saghani, de que la acepte a bordo con la promesa de que esas aves los llevarán hasta un gran banco de peces. Pero lo que Ennis y su excéntrica tripulación no saben es que Franny no es una científica con una misión, sino una mujer que huye de sí misma y de un pasado oscuro que no deja de acecharla. Y así, acompañada por la furia del viento y el oleaje, Franny emprenderá una heroica aventura en la que sus secretos emergerán a la superficie amenazando con arrastrarla lejos, porque ella, igual que los charranes árticos, está desesperada por hallar un lugar donde salvarse.
Este libro nos traslada a un mundo casi al borde del colapso, en el que el cambio climático y el egoísmo del ser humano han llevado a la extinción masiva de miles de animales.
Un futuro distópico por desgracia cada vez más cercano y aterradoramente probable, que nos hará reflexionar sobre lo cerca que estamos de convertir nuestro planeta en un lugar como el que describe este libro y lo triste que sería vivir en un mundo así, en el que el ser humano ha acabado con la vida de millones de animales por puro egoísmo.
Pero esto es solo una parte de la historia, su contexto. La trama principal de esta novela es la historia de Franny, una mujer peculiar y misteriosa, amante de la naturaleza y en especial del mar y de las aves.
Franny es una mujer rota, llena de dolor y de culpa, marcada por todo lo que ha vivido y por las pérdidas que ha experimentado a lo largo de su vida. Pero también alguien con una gran fortaleza, con una resiliencia que la impulsa a seguir adelante y no cesar en su propósito, lo que la lleva a emprender un viaje en barco para seguir a los charranes árticos en la que podría ser su última migración antes de que la especie desaparezca.
La última migración es una historia sobre el amor, la pérdida, la autodestrucción y la resiliencia, que su protagonista nos narra en primera persona. Y lo hace dando saltos entre el presente y distintos momentos del pasado, dándonos pequeños detalles de su vida (su infancia, su pasión por el mar, su familia, su gran amor, su viaje en barco tras los charranes), pequeñas piezas que poco a poco iremos juntando para formar el puzzle que nos permita conocer la historia de esta peculiar mujer.
Una novela dura, triste y emocional. Un drama que nos invita a reflexionar sobre cómo tratamos los humanos a los animales y sobre el daño que causamos al planeta, pero muy distinta a lo que me esperaba cuando vi que la calificaban como ecoficción distópica. Aún así, me ha gustado bastante y, aunque hacia la mitad del libro me dio la sensación de que la historia se estancaba un poco, me ha parecido una lectura amena y diferente que, a pesar de la triste historia que cuenta, me deja con buen sabor de boca.
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