12.9.21

El huérfano

El huérfano, de Adam Johnson, es una novela de 600 páginas ambientada en la República Popular Democrática de Corea, que ganó el premio Pulitzer en 2013 y que fue una de mis lecturas de este verano.

El huérfano

Jun Do vive en un orfanato y se considera un humilde ciudadano «del mejor país del mundo». A los catorce años es reclutado por el ejército norcoreano como soldado de túneles, y va ascendiendo al servicio del Gobierno, primero como secuestrador y asesino profesional, hasta convertirse en oficial de la inteligencia militar. Guiado por un sentido extremo de la lealtad y el sacrificio, Jun Do es capaz de cometer los actos más atroces sin pestañear, pero es, también, aquel niño abandonado que busca desesperadamente el amor.

Empecé a leer esta novela sin estar muy segura de que la historia, diferente a lo que suelo leer y ambientada en la hermética y peculiar Corea del Norte, fuera a convencerme demasiado.

Por eso, me sorprendió mucho que me atrapara tan rápido y terminara resultándome tan interesante. Quizá haya sido de esas veces que las bajas expectativas juegan a nuestro favor.

El libro, que está dividido en dos partes, cuenta la historia de Jun Do. Un hombre sencillo que, casi sin proponérselo, simplemente dejándose llevar por los acontecimientos, va sobreviviendo a todas las situaciones a las que se ve arrastrado en una sociedad que está bajo el control total del gobierno y donde las personas viven aterradas por lo que pueda ocurrirles si dicen o hacen algo que las autoridades puedan considerar incorrecto o si, simplemente, tienen la mala suerte de encontrarse en el lugar equivocado en el momento equivocado.

Esta sociedad en ocasiones recuerda a distopías como 1984, de George Orwell. Y, aunque habla de ella con naturalidad y en ocasiones hasta con un punto cómico o algo absurdo, nos hace preguntarnos si realmente Corea del Norte será así, si es posible que ocurran ese tipo de cosas y que la gente viva así hoy en día.

La novela tiene un ritmo más bien pausado, pero aún así se lee con facilidad y rapidez. Por eso, aunque hay momentos que pueden resultar inverosímiles o dejarnos con ciertas dudas (ya que algunas cosas se omiten o solo se insinúan), El huérfano se lee con fluidez y resulta una lectura amena, diferente e interesante.

Quizá no sea una historia que guste a todo el mundo, pero a mí me ha gustado bastante y me ha tenido totalmente atrapada.